MUJERES EN ARMAS, AYER Y HOY

POR ALBA CAROSIO

La Avanzadora

Esta semana que acaba de concluir han ocurrido dos hechos que hacen visible la contribución de la participación de la mujer en las luchas por la libertad y la emancipación de nuestros pueblos, contribución que la historia oficial ha ocultado y negado. En Venezuela los restos simbólicos de Juana Ramírez, la Avanzadora, han sido elevados al Panteón Nacional y se ha celebrado el Primer Congreso Internacional de la Mujer en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.

Juana Ramírez es parte notable de las mujeres del pueblo que participaron de frecuentes y distintas maneras en el proceso de la independencia. En los momentos clave no fueron una ni dos mujeres, sino un colectivo de ellas, las que participaron e hicieron posible los históricos cambios sociales. Estas camaradas de batalla, determinantes en un momento dado, no sólo no fueron valoradas, sino que no fueron registradas e incorporadas a la historia, fueron invisibles. A ellas hoy se hace reparación en la figura de Juana.

Juana Ramírez, nació en esclavitud, hija de un general patriota y una esclavizada africana, fue liberada y criada por una mujer blanca que le dio su apellido. Juana comandó la “Batería de Mujeres”, compuesta por mujeres jóvenes y no tan jóvenes, que tuvo participación en varias batallas en 1913 y 1814, fueron cruciales en la defensa de Maturín. Entonces, existían en el territorio, diversos batallones compuestos por mujeres soldados comprometidas con la lucha por la emancipación. Las mujeres en armas por la independencia no solamente fueron heroicas en las acciones, también después del combate se dedicaban a curar a los heridos y a enterrar los muertos. Hoy, poco a poco, están siendo reconocidos algunos nombres, pero aún falta por comprender que la independencia hubiera sido imposible sin ellas.

La incorporación de las mujeres a las instituciones militares es una realidad reciente, en América Latina y el Caribe, se vincula con su participación en las guerrillas de liberación, y con los procesos de democratización del último tercio del siglo XX. Se ha producido en el contexto del cambio paradigmático en curso en nuestros países, con la llegada de mujeres a funciones históricamente masculinizadas.

El 24 de junio del año 2000, hace 14 años, el comandante Hugo Chávez anunció la incorporación de las mujeres a todos los componentes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) sin discriminación. Su antecedente fue el proceso de inclusión que iniciaron la Armada y la Aviación en 1970, que fue suspendido poco después. En la actualidad, el 33.5% del total de integrantes de la FANB son mujeres, con diferencias entre academias de comando donde son 20%, academias técnicas donde son 38% y asimiladas donde son 50%.

Para lograr la plena igualdad de las mujeres en la FANB, es necesario eliminar el patriarcado, de manera que los diferentes comportamientos, aspiraciones y necesidades de las mujeres y los hombres se consideren, valoren y promuevan de igual manera. Esto indudablemente requiere un profundo cambio cultural. Para impulsarlo se ha creado el Consejo de Igualdad y Equidad de Género de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, que promovió como primera acción, el Primer Congreso Internacional de la Mujer en la FANB. Su objetivo fue dar visibilidad al compromiso institucional con la garantía del ejercicio de los derechos de igualdad, equidad y no discriminación; y al mismo tiempo, recoger las ideas y propuestas de las y los integrantes de todos los componentes de la FANB en el camino hacia la igualdad de género. El Primer Congreso Internacional de la Mujer en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, constituye un hito histórico en la incorporación igualitaria del personal femenino a las responsabilidades y deberes de las FANB. La eliminación de estereotipos patriarcales no se produce simplemente con el paso del tiempo, se necesita una acción deliberada y consecuente con los principios de la igualdad que proponen tanto el socialismo como el feminismo. Ha llegado esta hora.

Foto:Irene González