Ley de parto humanizado
contribuye a la economía del país
Por Jenny Soto
Red Red de
Colectivos por el Cuidado de la Vida
Nuestro sector público no puede seguir financiando a la gran industria
médica trasnacional que está matando y enfermando a nuestro pueblo al convertir
el parto en un negocio ¡Es necesario un cambio de paradigma ya! El nacimiento
humanizado es un derecho.
La perspectiva mercantilista,
capitalista y patriarcal del nacimiento genera a nuestro país varias pérdidas,
la más grave es la alta cifra de muertes maternas. Por cada madre que muere,
sube la tasa de muerte infantil y orfandad. Pues la mayoría de estas muertes
ocurre por la práctica de la violencia obstétrica y las cesáreas
injustificadas. Este paradigma del nacimiento lo padece y lo sufre nuestra
población, hay un gran costo social y político, pues las mujeres sentimos que
aun no hay políticas construidas desde y para nosotras mismas.
La otra pérdida que se genera es
para la economía del Estado. El sector público es el que sostiene al sector
privado en una lógica sin sentido. Gran parte de los nacimientos que ocurren en
el sector privado los paga el sector público a través del seguro de los
trabajadores institucionales. Los insumos que se utilizan en los hospitales públicos
los produce la gran industria trasnacional de la medicina y mientras mas
medicalizados son los nacimientos mas insumos se compran y mas se enriquece esta
industria que vende desde las camillas, batas, inyectadoras y otros materiales
plásticos (cuya materia prima es el petróleo) hasta las formulas lácteas,
alimentos artificiales infantiles y pare usted de contar.
La población está en un círculo
vicioso. El proceso de gestación y parto no es una enfermedad, pero en eso lo
convierte el sistema, de esta forma nos hacen dependientes de esa misma
industria. Si nuestra población no está sana, si violentamos la gestación y el
nacimiento y seguimos indiferentes ¿cómo avanzamos hacia un estado superior
humanista y socialista? ¡Vamos a las raíces!
En estos momentos de guerra
económica en un país que vive de la renta petrolera, con un precio muy bajo,
debemos replantearnos un cambio urgente y colocar la mirada sobre el sector de
la salud, la educación y la mujer. Es necesario dejar de enriquecer a las
corporaciones más millonarias del mundo y devolver esos recursos al pueblo. La
ley del parto humanizado le da más importancia a los procesos de formación y de
colocar a disposición de las mujeres acompañamiento psicoemocional continuo
para disminuir la medicalización del parto y las muertes maternas. Está
contemplado también la participación del Poder Popular y la planificación de la
maternidad. Los colectivos organizados esperan que sean escuchados sus aportes
para que sea una ley que responda a las necesidades del pueblo.
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