6D: La verdadera
encuesta
Por: Miguel Ugas, 06/12/2015
La suerte está echada, estamos en
el 6D, día de las elecciones para la renovación de la Asamblea Nacional;
esperado día, en el que ya no habrá cabida para ningún tipo de especulaciones.
Hoy por la noche conoceremos los resultados de las 87 elecciones circuitales,
de las 24 elecciones listas estadales y los de la elección de los tres
diputados indígenas; hoy se tendrá información precisa de la nueva
configuración política del Parlamento Nacional, en total, 167 legisladores, sin
que haya espacio para las proyecciones sinuosas.
Es decir, llegó la hora: la de la
verdadera encuesta, en la que el pueblo ha de expresar, sin tapujo, su decisión
libre y soberana. Decisión que las Juntas Electorales Regionales y el Consejo
Nacional Electoral sabrán registrar y respetar con la rigurosidad del caso como
así ha acontecido en las 19 elecciones precedentes, desde que el Comandante
Chávez accedió al poder.
Intenciones
manipuladoras
Hoy sabremos, en consecuencia,
con toda precisión si los vaticinios de las empresas encuestadoras, y,
especialmente, de los opinadores identificados con la visión de país promovida
por la derecha venezolana y las declaraciones de los más encumbrados dirigentes
de ésta, se ajustaban a la realidad o respondían a las consabidas intenciones
manipuladoras de las que siempre han hecho gala en oportunidades electorales
anteriores.
Mientras, en el campo bolivariano
siempre se mantuvo el criterio de considerar el carácter, relativamente,
estrecho que tendrían estos resultados, en el campo opositor, por el contrario,
se quiso proyectar la imagen de que el triunfo estaba asegurado con una
diferencia, que, los más osados, llegaron a estimar hasta por encima de 30
puntos.
Encuestadoras, tales, como
Datanálisis, Consultores 21, Varianza, Delphos, Ivad, Datincorp, poniendo en
riesgo la seriedad y ética profesional a la cual se deben y jugando, como
siempre, a favor de los enfoques y posiciones de la derecha, se solazaron
durante todos estos meses previos al 6D con el espejismo de que era
irremediable el triunfo de los candidatos de la oposición, paraopositores
muchos de ellos, debido a la calamitosa situación económica existente en el
país; así lo pretendieron proyectar en el imaginario colectivo.
Obviando, claro está, el hecho
objetivo de que la penosa situación económica era y es inducida por el propio
brazo económico de la burguesía parasitaria (Mendoza-oso dixit), monitoreada, a
su vez, por los dispositivos de los centros del poder imperialista.
La derecha paraopositora,
confiada en que la angustia, la tensión y la zozobra crecientes en la
población, generadas por el desabastecimiento, escasez de productos y alza
desmedida de los precios iban a ser suficiente para inclinar la decisión
electoral de los venezolanos y venezolanas, se planteó recrear una matriz de
opinión favorecedora de lo que la sociología electoral ha definido como el voto
castigo, en este caso, inducir a votar no por las bondades de la oposición, que
a decir verdad son bastante escasas, sino en castigo al gobierno de Nicolás
Maduro.
Tinglado paraopositor
Montaje aderezado, además, por el
saboteo a los servicios públicos (ya van siete personas muertas, desde
septiembre por manipulación indebida del sistema eléctrico nacional); por la
exacerbación mediática del complejo problema de la inseguridad; por el
descrédito programado de las instituciones públicas, especialmente del poder
electoral, garante del normal desarrollo de las elecciones; la presión
indecorosa de los agentes de la derecha internacional intentando socavar la
imagen y naturaleza democráticas del gobierno bolivariano; la amenaza velada
pero sistemática del imperialismo en contra del país; el cerco mediático que el
aparato comunicacional trasnacional mantiene sobre Venezuela, etc.
Todo un tinglado que se pondrá en
evidencia cuando el elector se encuentre frente a la máquina de votación y
suceda lo que habrá de suceder (para lo cual no se requieren dotes de
pitonisa): la mayoría del pueblo venezolano reivindicando su conciencia de
pueblo chavista, optará por los candidatos de las fuerzas patrióticas.
"Soy un pueblo"
La derecha y el imperialismo,
subestimaron a Chávez en vida y lo continúan subvalorando, ahora que ha
trascendido. Y es, precisamente, esta pérdida de perspectiva histórica la que
los lleva a no ubicarse en la realidad, a no entender que cuando Chávez dijo
"ya yo no soy yo sino soy un pueblo que ha asumido conciencia" estaba
interpretando un cambio, el cambio real, que se había operado en la conciencia
del pueblo venezolano que, asumiéndose como sujeto histórico, sabe reivindicar
su papel estelar en el proceso de transformación que se inició en el país con
el advenimiento de Chávez al primer plano del escenario nacional y que ahora
corresponde acentuar y profundizar.
Está claro que la mayoría del
pueblo venezolano por más vicisitudes que pase, por más obstáculos que le
pongan, por más tangos que le quieran hacer bailar, tiene la decisión y la
voluntad de no dar un paso atrás en su camino de redención histórico-social. Y
a esta derecha maltrecha, paraopositora y desnacionalizada no le queda otro
recurso que cambiar de rumbo, asumir un camino de reencuentro con la voluntad
nacional, si es que llegase a plantearse algún día, realmente, la construcción
de un consenso que le favorezca.
Corazón del pueblo
Hinterlaces, la encuestadora que
hasta ahora tiene el record de aciertos en cuanto a pronósticos electorales se
refiere, demostrando con ello que su capacidad analítica siempre va al compás
del latir político del corazón del pueblo venezolano, ha señalado la tendencia
que, también, a nuestro juicio, ha de expresarse en las urnas electorales.
Anochecerá y tendremos los resultados, haciendo votos porque este 6D sea un día
de paz y de fiesta democrática. De todas formas hay que estar alerta por sí la
ultraderecha paraopositora se decide desatar los demonios con los que tiene
amarrados el canto de fraude previsto. Mosca pues.
*miguelugas@gmail.com
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